¿Les ha pasado, que les llega una excelente idea y durante algunos minutos, sienten que son algo parecido al siguiente Steve Jobs? Luego de unos momentos, se dan cuenta que se les había ocurrido algo que ya está inventado y no pueden evitar pensar en el famoso «¿qué habría pasado, de ser diferentes las cosas?».

Yesterday, es la historia de un hombre al que le sucede la madre de todas las situaciones como la descrita unas líneas más arriba. Himesh Patel es Jack Malick, un músico al que sólo siguen sus 3 amigos, su fiel representante…y la mala suerte. De repente, en uno de esos accidentes que sólo suceden en el mundo del cine, Jack despierta en un mundo en el que nadie recuerda a los Beatles. De vuelta al dilema del principio: he aquí a un hombre que recuerda las mejores ideas musicales del siglo 20…y puede hacerlas pasar por suyas.
Bajo la siempre original dirección de Danny Boyle, esta es una historia fresca, atractiva y honesta. Como es usual, su sensibilidad está más que sintonizada con la música y la edición que elije para sus películas, dando como resultado una experiencia que cala hondo en el espectador. Yesterday, no sólo es una increíble carta de amor al genio musical de los 4 de Liverpool, es un viaje por ese «qué habría pasado», con frecuentes paradas en las estaciones de las segundas oportunidades, de las reflexiones sobre lo realmente valioso en la vida y finalmente, sobre la pureza del arte frente a un mundo material que insiste en ordeñarlo para buscar dinero y fama.

Las actuaciones están todas a la altura, pero indudablemente, la de Himesh Patel es la piedra angular de «Yesterday»; nos identificamos con alguien que siempre quiso trascender su mala suerte, persiguiendo la idea que nos han vendido del paraíso, pero encontrando algo más valioso en el proceso. Del asombro al drama y con un excelente «timing» para la comedia, la historia recae completamente sobre sus hombros.
Obviamente no les vamos a decir qué sucede, pero sí podemos recomendarles el ver una película, que cae en una categoría por desgracia cada vez más vacía de ejemplares: la del cine que no apela a efectos de sobreestimulación, sexo, violencia, desgastadas ideas recicladas y similares. Es cine del que uno sale sonriendo, agradecido por haber viajado con la música que ha movido y enamorado a millones durante décadas.
Yesterday, es un historia liviana, refrescante, bien contada y más importante, noble. No la dejen para ayer.