Hay películas de terror y películas de terror. Están, por ejemplo, las cintas que lo dejan a uno con la espina dorsal fría mucho después de haber salido del cine, ustedes saben cuales son, las que dan esa sensación de sentirse en peligro cuando ya se está debajo de las cobijas en la madrugada. Por otro lado, están las películas de terror que hacen del susto una experiencia colectiva, en la que el cine entero grita, sostiene la respiración y al final, no puede evitar soltar una carcajada para liberar la tensión del susto.
«Historias», la más reciente producción del galardonado Guillermo del Toro, pertenece al segundo grupo. Sin la seriedad o la carga tensional de películas como «El Exorcista» o «El Sexto Sentido», esta es la clase de experiencia que lo remite a uno a esas noches de niñez o adolescencia, en las que la conversación cambiaba poco a poco de tono y se comenzaban a contar cuentos de miedo, leyendas urbanas y en general, todo ese tipo de relatos que le pasan «al amigo de un amigo», o «al que vivía en la casa abandonada de la esquina».
La película inicia en la noche de Halloween, unos amigos de secundaria, conscientes de que la niñez se escapa y pronto dejarán de pedir dulces, deciden aprovechar la noche y sus correrías los llevan a la clásica casa embrujada del barrio. En esta, descubren un antiguo libro de historias de miedo que se escriben solas, cuando lo hacen, el relato de turno se vuelve real, con fatales consecuencias para alguna pobre víctima.
Del del Toro es un gran contador de historias, ésta está situada justo al final de los 60s, cuando no había celulares para advertir del peligro a amigos y familiares, ni redes sociales que asesinaran la sorpresa y la espontaneidad de una noche junto a los amigos. En ese sentido, la película cuenta con la inocencia de una época más simple. Esto último es demasiado notorio, pues hablamos de adolescentes, pero la trama no contiene, ni el sexo típico de series como «Viernes 13», ni el gore de producciones como «Hostal» ni «Saw».
El suspenso está bien manejado y las criaturas son lo que uno esperaría de este tipo de leyendas urbanas. El director favorece los efectos prácticos sobre los de computadoras y ésto, vuelve a (la mayoría) de las criaturas, en amenazas mucho más realistas e interesantes. Esto, sin querer decir que las que sí se ayudan con la computadora no lo sean.
«Historias de Miedo para contar en la oscuridad» se aprovecha y da buen uso a todos los cliches que suelen encontrarse en este tipo de películas. En manos de del Toro, se convierten no en defectos, sino en herramientas para contar una historia sólida, que se disfruta muchísimo en la oscuridad del cine y sobre todo, que amenaza con hacer saltar las palomitas, gracias a los sustos bien distribuidos a lo largo de la historia.
No dejen pasar la oportunidad de disfrutar de esta historia en grupo, de noche y en la gran pantalla, como manda la etiqueta de las historias de terror.