Se dice que las escenas de un Hitler Furioso y desesperado en el Búnker, días antes de su suicidio, hicieron de «La Caída» la película más reproducida en internet (escenas al menos), gracias a la cantidad y calidad de memes que se produjeron a partir de la enérgica actuación del suizo Bruno Ganz.
Aunque la «fama» de Ganz en internet es un fenómeno que eclipsó la carrera de este brillante actor para los menos conocedores, los cinéfilos lo recuerdan como un actor increíblemente poderoso y sutil.
La manera en que encarnó al führer en sus últimos días, es un testimonio del rango y fuerza de su arte. Muchos aceptamos sin protesta los atisbos de Parkinson del genocida en la película, sin cuestionarnos siquiera si se trataba de un hecho histórico. La verdad, la mano temblorosa de Hitler fue parte de cómo Ganz creó su personaje; el actor estaba convencido de que el lider del tercer Reicht tenía la enfermedad, tras observar unas filmaciones antiguas de cuando, días antes de morir, condecoraba a un grupo de jóvenes con ademanes torpes e inseguros. Esos y otros detalles se filtraron desde el actor suizo hacia la figura del dictador para fundirse en una sóla persona, de forma tan enorme como no sucedía desde cuando Robert Powell encarnó a Jesís de Nazareth bajo las órdenes del director Franco Zeffirelli.

Ganz también personificó a un ángel llamado Damián bajo las órdenes de Win Wenders en WIngs of Desire y en Far Away so Close, además de darle vida a Jonathan Harker en «Nosferatu: Fantasma de la Noche» en 1979.
Uno de los actores de habla alemana más aclamados de la historia, muere el 16 de febrero (2019) a causa de un cáncer intestinal.